Saltar la navegación

El camino. Cap. XIII

Actividad de lectura

Niño de diez años recibe un beso en la mejilla de una joven
Piqsels. Pre adolescente enamorado (CC BY-SA)

Hay cosas que la voluntad humana no es capaz de controlar. Daniel, el Mochuelo, acababa de averiguar esto. Hasta entonces creyó que el hombre puede elegir libremente entre lo que quiere y lo que no quiere; incluso él mismo podía ir, si éste era su deseo, al dentista que actuaba en la galería de Quino,el Manco, los jueves por la mañana, mediante un módico alquiler, y sacarse el diente que le estorbase. Había algunos hombres, como Lucas, el Mutilado, que hasta les cercenaban un miembro si ese miembro llegaba a ser para ellos un estorbo. Es decir, que hasta la tarde aquella que saltaron la tapia del Indiano para robarle las manzanas y les sorprendió la Mica, Daniel, el Mochuelo, creyó que los hombres podían desentenderse a su antojo de cuanto supusiese para ellos una rémora, lo mismo en lo relativo al cuerpo que en lo concerniente al espíritu.
Pero nada más abandonar la finca del Indiano con una manzana en cada mano y las orejas gachas, Daniel, el Mochuelo, comprendió que la voluntad del hombre no lo es todo en la vida. Existían cosas que se le imponen al hombre, y lo sojuzgan, y lo someten a su imperio con cruel despotismo. Tal —ahora se daba cuenta— la deslumbradora belleza de la Mica. Tal, el escepticismo de Pancho, el Sindiós. Tal, el encendido fervor de don José, el cura, que era un gran santo. Tal, en fin, la antipatía sorda de la Sara hacia su hermano Roque, el Moñigo.
Desde el frustrado robo de las manzanas, Daniel, el Mochuelo, comprendió que la Mica era muy hermosa, pero, además, que la hermosura de la Mica había encendido en su pecho una viva llama desconocida. Una llama que le abrasaba materialmente el rostro cuando alguien mentaba a la Mica en su presencia. Eso constituía, en él, algo insólito, algo que rompía el hasta ahora despreocupado e independiente curso de su vida.
Daniel, el Mochuelo, aceptó este fenómeno con la resignación con que se aceptan las cosas ineluctables. Él no podía evitar acordarse de la Mica todas las noches al acostarse, o los domingos y días festivos si comía boruga. Esto le llevó a deducir que la Mica significaría para el feliz mortal que la conquistase un muy dulce remanso de paz.
Al principio, Daniel, el Mochuelo, intentó zafarse de esta presión interior que enervaba su insobornable autonomía, pero acabó admitiendo el constante pensamiento de la Mica como algo consustancial a él mismo, algo que formaba parte muy íntima de su ser.
Si la Mica se ausentaba del pueblo, el valle se ensombrecía a los ojos de Daniel, el Mochuelo, y parecía que el cielo y la tierra se tornasen yermos, amedrentadores y grises. Pero cuando ella regresaba, todo tomaba otro aspecto y otro color, se hacían más dulces y cadenciosos los mugidos de las vacas, más incitante el verde de los prados y hasta el canto de los mirlos adquiría, entre los bardales, una sonoridad más matizada y cristalina. Acontecía, entonces, como un portentoso renacimiento del valle, una acentuación exhaustiva de sus posibilidades, aromas, tonalidades y rumores peculiares. En una palabra, como si para el valle no hubiera ya en el mundo otro sol que los ojos de la Mica y otra brisa que el viento de sus palabras.
Daniel, el Mochuelo, guardaba su ferviente admiración por la Mica como el único secreto no compartido. No obstante, algo en sus ojos, quizás en su voz, revelaba una excitación interior muy difícil de acallar.
También sus amigos admiraban a la Mica. La admiraban en su belleza, lo mismo que admiraban al herrero en su vigor físico, o a don José, el cura, que era un gran santo, en su piedad, o a Quino, el Manco —antes de enterarse el Moñigo de que había llorado a la muerte de su mujer— en su muñón. La admiraban, sí, pero como se admira a las cosas bonitas o poderosas que luego no dejan huella. Sentían, sin duda, en su presencia, a la manera de una nueva emoción estética que inmediatamente se disipaba ante un tordo abatido con el tirachinas o un regletazo de don Moisés, el maestro. Su arrobo no perduraba; era efímero y decadente como una explosión.
En ello advirtió Daniel, el Mochuelo, que su estado de ánimo ante la Mica era una cosa especial, diferente del estado de ánimo de sus amigos. Y si no, ¿por qué Roque, el Moñigo, o Germán, el Tiñoso, no adelgazaban tres kilos si la Mica marchaba a América, o un par de ellos si sólo se desplazaba a la ciudad, o engordaban lo perdido y un kilo más cuando la Mica retornaba al valle por una larga temporada? Ahí estaba la demostración de que sus sentimientos hacia la Mica eran singulares, muy distintos de los que embargaban a sus compañeros. Aunque al hablar de ella se hicieran cruces, o Roque, el Moñigo, cerrase los ojos y emitiese un breve y agudo silbido, como veía hacer a su padre ante una moza bien puesta. Esto era pura ostentación, estridencias superficiales y no, en modo alguno, un ininterrumpido y violento movimiento de fondo.
Una tarde, en el prado de la Encina, hablaron de la Mica. Salió la conversación a propósito del muerto que según la gente había enterrado desde la guerra en medio del prado, bajo el añoso árbol.
—Será ya ceniza —dijo el Tiñoso—. No quedarán ni los huesos. ¿Creéis que cuando se muera la Mica olerá mal, como los demás, y se deshará en polvo?
Experimentó el Mochuelo un latigazo de sangre en la cara.
—No puede ser —saltó, ofendido, como si hubieran afrentado a su madre—. La Mica no puede oler nunca mal. Ni cuando se muera.
El Moñigo soltó al aire una risita seca.
—Éste es lila3 —dijo—. La Mica cuando se muera olerá a demonios como todo hijo de vecino.
Daniel, el Mochuelo, no se entregó.
—La Mica puede morir en olor de santidad; es muy buena —añadió.
—¿Y qué es eso? —rezongó Roque.
—El olor de los santos.
Roque, el Moñigo, se sulfuró:
—Eso es un decir. No creas que los santos huelen a colonia. Para Dios, sí, pero para los que olemos con las narices, no. Mira don José. Creo que no puede haber hombre más santo, ¿eh? ¿Y no le apesta la boca? Don José será todo lo santo que quieras, pero cuando se muera olerá mal, como la Mica, como tú, como yo y como todo el mundo.
Germán, el Tiñoso, desvió la conversación. Hacía tan sólo dos semanas del asalto a la finca del Indiano. Entornó los ojos para hablar. Le costaba grandes esfuerzos expresarse. Su padre, el zapatero, aseguraba que se le escapaban las ideas por las calvas.
—¿Os fijasteis... os fijasteis —preguntó de pronto— en la piel de la Mica? Parece como que la tiene de seda.
—Eso se llama cutis... tener cutis —aclaró Roque, el Moñigo, y añadió—: De todo el pueblo es la Mica la única que tiene cutis.
Daniel, el Mochuelo, experimentó un gran gozo al saber que la Mica era la única persona del pueblo que tenía cutis.
—Tiene la piel como una manzana con lustre —aventuró tímidamente.
Roque, el Moñigo, siguió con lo suyo:
—La Josefa, la que se suicidó por el Manco, era gorda, pero por lo que dicen mi padre y la Sara también tenía cutis. En las capitales hay muchas mujeres que lo tienen. En los pueblos, no, porque el sol les quema el pellejo o el agua se lo arruga.
Germán, el Tiñoso, sabía algo de eso, porque tenía un hermano en la ciudad y algunos años venía porlas Navidades y le contaba muchísimas cosas de allá.
—No es por eso —atajó, con aire de suficiencia absoluta—. Yo sé por lo que es. Las señoritillas se dan cremas y potingues por las noches, que borran las arrugas.
Le miraron los otros dos, embobados.
—Y aún sé más. —Se suavizó la voz y Roque y Daniel se aproximaron a él invitados por su misterioso aire de confidencia—. ¿Sabéis por qué a la Mica no se le arruga el pellejo y lo conserva suave y fresco como si fuera una niña? —dijo.
Las dos interrogaciones se confundieron en una sola voz:
—¿Por qué?
—Pues porque se pone una lavativa todas las noches, al acostarse. Eso hacen todas las del cine. Lo dice mi padre, y don Ricardo ha dicho a mi padre que eso puede ser verdad, porque la vejez sale del vientre. Y la cara se arruga por tener sucio el intestino.
Para Daniel, el Mochuelo, fue esta manifestación un rudo golpe. En su mente se confundían la Mica y la lavativa en una irritante promiscuidad. Eran dos polos opuestos e irreconciliables. Pero, de improviso, recordaba lo que decía a veces don Moisés, el maestro, de que los extremos se tocan y sentía una desfondada depresión, como si algo se le fuese del cuerpo a chorros. La afirmación del Tiñoso era, pues, concienzuda, enteramente posible y verosímil. Mas cuando dos días después volvió a ver a la Mica, se desvanecieron sus bajos recelos y comprendió que don Ricardo y el zapatero y Germán, el Tiñoso, y todo el pueblo decían lo de la lavativa, porque ni sus madres, ni sus mujeres, ni sus hermanas, ni sus hijas tenían cutis y la Mica sí que lo tenía.
La sombra de la Mica acompañaba a Daniel, el Mochuelo, en todos sus quehaceres y devaneos. La idea de la muchacha se encajonó en su cerebro como una obsesión. Entonces no reparaba en que la chica le llevaba diez años y sólo le preocupaba el hecho de que cada uno perteneciera a una  diferente casta social. No se reprochaba más que el que él hubiera nacido pobre y ella rica y que su padre, el quesero, no se largase, en su día, a las Américas, con Gerardo, el hijo menor de la señora Micaela. En tal caso, podría él disponer, a estas alturas, de dos restaurantes de lujo, un establecimiento de receptores de radio y tres barcos de cabotaje o siquiera, siquiera, de un comercio de aparatos eléctricos como el que poseían
en la ciudad los «Ecos del Indiano». Con el comercio de aparatos eléctricos sólo le separarían de la Mica los dos restaurantes de lujo y los tres barcos de cabotaje. Ahora, a más de los restaurantes de lujo y los barcos de cabotaje, había por medio un establecimiento de receptores de radio que tampoco era moco de pavo.
Sin embargo, a pesar de la admiración y el arrobo de Daniel, el Mochuelo, pasaron años antes de poder cambiar la palabra con la Mica, aparte de la amable reprimenda del día de las manzanas. Daniel, el Mochuelo, se conformaba con despedirla y darle la bienvenida con una mirada triste o radiante, según las circunstancias. Eso sólo, hasta que una mañana de verano le llevó hasta la iglesia en su coche, aquel coche negro y alargado y reluciente que casi no metía ruido al andar. Por entonces, el Mochuelo había cumplido ya los diez años y sólo le restaba uno para marcharse al colegio a empezar a progresar. La Mica ya tenía diecinueve para veinte y los tres años transcurridos desde la noche de las manzanas, no sólo no lastimaron su piel, ni su rostro, ni su cuerpo, sino, al contrario, sirvieron para que su piel, su cuerpo y su rostro entrasen en una fase de mayor armonía y plenitud.
Él subía la varga agobiado por el sol de agosto, mientras flotaban en la mañana del valle los tañidos apresurados del último toque de la misa. Aún le restaba casi un kilómetro, y Daniel, el Mochuelo, desesperaba de alcanzar a don José antes de que éste comenzase el Evangelio. De repente, oyó a su lado el claxon del coche negro de la Mica y volvió la cabeza asustado y se topó, de buenas a primeras, con la franca e inesperada sonrisa de la muchacha. Daniel, el Mochuelo, se sintió envarado, preguntándose si la Mica recordaría el frustrado hurto de las manzanas. Pero ella no aludió al enojoso episodio.
—Pequeño —dijo—. ¿Vas a misa?
Se le atarantó la lengua al Mochuelo y no acertó a responder más que con un movimiento de cabeza.
Ella misma abrió la portezuela y le invitó:
—Es tarde y hace calor. ¿Quieres subir?
Cuando reparó en sus movimientos, Daniel, el Mochuelo, ya estaba acomodado junto a la Mica, viendo desfilar aceleradamente los árboles tras los cristales del coche. Notaba él la vecindad de la muchacha en el flujo de la sangre, en la tensión incómoda de los nervios. Era todo como un sueño,
doloroso y punzante en su misma saciedad. «Dios mío —pensaba el Mochuelo—, esto es más de lo que yo había imaginado», y se puso rígido y como acartonado e insensible cuando ella le acarició con su fina mano el cogote y le preguntó suavemente:
—¿Tú de quién eres?
Tartamudeó el Mochuelo, en un forcejeo desmedido con los nervios:
—De... del quesero.
—¿De Salvador?
Bajó la cabeza, asintiendo. Intuyó que ella sonreía. El fino contacto de su piel en la nuca le hizo sospechar que la Mica tenía también cutis en las palmas de las manos.
Se divisaba ya el campanario de la iglesia entre la fronda.
—¿Querrás subirme un par de quesos de nata luego, a la tarde? —dijo la Mica.
Daniel, el Mochuelo, tornó a asentir mecánicamente con la cabeza, incapaz de articular palabra.
Durante la misa no supo de qué lado le daba el aire y por dos veces se santiguó extemporáneamente, mientras Ángel, el cabo de la Guardia Civil, se reía convulsivamente a su lado, cubriéndose el rostro con el tricornio, de su desorientación.
Al anochecer se puso el traje nuevo, se peinó con cuidado, se lavó las rodillas y se marchó a casa del Indiano a llevar los quesos. Daniel, el Mochuelo, se maravilló ante el lujo inusitado de la vivienda de la Mica. Todos los muebles brillaban y su superficie era lisa y suave, como si también ellos tuvieran cutis.
Al aparecer la Mica, el Mochuelo perdió el poco aplomo almacenado durante el camino. La Mica, mientras observaba y pagaba los quesos, le hizo muchas preguntas. Desde luego era una muchacha sencilla y simpática y no se acordaba en absoluto del desagradable episodio de las manzanas.
—¿Cómo te llamas? —dijo.
—Da... Daniel.
—¿Vas a la escuela?
—Ssssí.
—¿Tienes amigos?
—Sí.
—¿Cómo se llaman tus amigos?
—El Mo... Moñigo y el Ti... Tiñoso.
Ella hizo un mohín de desagrado.
—¡Uf, qué nombres tan feos! ¿Por qué llamas a tus amigos por unos nombres tan feos? —dijo.
Daniel, el Mochuelo, se azoró. Comprendía ahora que había contestado estúpidamente, sin reflexionar. A ella debió decirle que sus amigos se llamaban Roquito y Germanín. La Mica era una muchacha muy fina y delicada y con aquellos vocablos había herido su sensibilidad. En lo hondo de su ser lamentó su ligereza. Fue en ese momento, ante el sonriente y atractivo rostro de la Mica, cuando se dio cuenta de que le agradaba la idea de marchar al colegio y progresar. Estudiaría denodadamente y quizá ganase luego mucho dinero. Entonces la Mica y él estarían ya en un mismo plano social y podrían casarse y, a lo mejor, la Uca-uca, al saberlo, se tiraría desnuda al río desde el puente, como la Josefa el día de la boda de Quino. Era agradable y estimulante pensar en la ciudad y pensar que algún día podría ser él un honorable caballero y pensar que, con ello, la Mica perdía su inasequibilidad y se colocaba al alcance de su mano. Dejaría, entonces, de decir motes y palabras feas y de agredirse con sus amigos con
boñigas resecas y hasta olería a perfumes caros en lugar de a requesón. La Mica, en tal caso, cesaría de tratarle como a un rapaz maleducado y pueblerino.
Cuando abandonó la casa del Indiano era ya de noche. Daniel, el Mochuelo, pensó que era grato pensar en la oscuridad. Casi se asustó al sentir la presión de unos dedos en la carne de su brazo. Era la Uca-uca.
—¿Por qué has tardado tanto en dejarle los quesos a la Mica, Mochuelo? —inquirió la niña.
Le dolió que la Uca-uca vulnerase con este desparpajo su intimidad, que no le dejase tranquilo ni para madurar y reflexionar sobre su porvenir.
Adoptó un gracioso aire de superioridad.
—¿Vas a dejarme en paz de una vez, mocosa?
Andaba de prisa y la Mariuca-uca casi corría, a su lado, bajando la varga.
—¿Por qué te pusiste el traje nuevo para subirle los quesos, Mochuelo? Di —insistió ella.
Él se detuvo en medio de la carretera, exasperado. Dudó, por un momento, si abofetear a la niña.
—A ti no te importa nada de lo mío, ¿entiendes? —dijo, finalmente.
Le tembló la voz a la Uca-uca al indagar:
—¿Es que te gusta más la Mica que yo?
El Mochuelo soltó una carcajada. Se aproximó mucho a la niña para gritarle:
—¡Óyeme! La Mica es la chica más guapa del valle y tiene cutis y tú eres fea como un coco de luz2 y tienes la cara llena de pecas. ¿No ves la diferencia?
Reanudó la marcha hacia su casa. La Mariuca-uca ya no le seguía. Se había sentado en la cuneta derecha del camino y, ocultando la pecosa carita entre las manos, lloraba con un hipo atroz.

Delibes, M. (1981) El Camino. Ed. Destino. Barcelona.

abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz

Ascendencia o linaje
Q2FzdGE=
Cortar las extremidades de algo
Q2VyY2VuYXI=
Que tiene apariencia de verdadero
VmVyb3PDrW1pbA==

Por favor active JavaScript para poder jugar a este juego.

  • Lee el texto primero acompañándote de la grabación y releelo más tarde abriendo los enlaces y buscando por ti mismo las palabras que no entiendas y que no aparezcan enlazadas. Diccionario
  • Asegúrate de que entiendes no solo las palabras sino también el sentido del texto, aunque tengas que leerlo varias veces.
  • Comprueba tu nivel de comprensión realizando el QuExt de El camino Capítulo XIII
  • Grábate recitando el fragmento procurando que tu lectura sea expresiva. . ¡No te olvides de guardarlo en tu portafolio!

Selección de acepciones del DLE: Actividad desplegable

Selecciona la acepción más adecuada para la palabra antecedente

  1. Hasta les cercenaban un miembro si ese miembro llegaba a ser para ellos un estorbo.
  2. La tarde aquella que saltaron la tapia del Indiano para robarle las manzanas.
  3. Creyó que los hombres podían desentenderse a su antojo de cuanto supusiese para ellos una rémora
  4. Desde el frustrado robo de las manzanas.
  5. Significaría para el feliz mortal que la conquistase un muy dulce remanso de paz.
  6. El cielo y la tierra se tornasen yermos
  7. Admiraban al herrero en su vigor físico, o a don José, el cura, que era un gran santo, en su piedad
  8. Muy distintos de los que embargaban a sus compañeros.
  9. No es por eso —atajó, con aire de suficiencia absoluta.
  10. se confundían la Mica y la lavativa en una irritante promiscuidad
  11. Se divisaba ya el campanario de la iglesia entre la fronda
  12. Daniel, el Mochuelo, se azoró. Comprendía ahora que había contestado estúpidamente.
  13. En lo hondo de su ser lamentó su ligereza.
  14. Dejaría, entonces, de decir motes y palabras feas

Habilitar JavaScript

QuExt "El Camino" Cap. XIII

Elija la respuesta correcta

{"asignatura":"","author":"","authorVideo":"","typeGame":"QuExt","endVideo":0,"idVideo":"","startVideo":0,"instructionsExe":"%3Cp%3EElija%20la%20respuesta%20correcta%3C/p%3E","instructions":"Elija la respuesta correcta ","showMinimize":false,"optionsRamdon":false,"answersRamdon":false,"showSolution":true,"timeShowSolution":3,"useLives":true,"numberLives":3,"itinerary":{"showClue":false,"clueGame":"","percentageClue":40,"showCodeAccess":false,"codeAccess":"","messageCodeAccess":""},"questionsGame":[{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cómo descubre Daniel, por primera vez, que es posible ver sometida su libertad?","options":["Cuando le pillan robando manzanas y lo castigan","Cuando se ve obligado a hacer todo lo que propone Roque el Moñigo","Cuando se enamora de la Mica","Cuando tiene que aceptar irse a estudiar a la ciudad"],"solution":2},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué poder tienen los demás sobre el estado de ánimo de Daniel?","options":["Ninguno, él es muy dueño de sí mismo","Mucho, él es algo tímido y vergonzoso y se altera cuando hablan con él","Mucho, se altera siempre que le recuerdan el robo de las manzanas","Se sonroja cada vez que alguien habla de la Mica cerca de él"],"solution":3,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Lucha Daniel para evitar pensar en la Mica a todas horas?","options":["No, no trata de evitarlo","Sí, pero acaba aceptándolo, porque le gusta pensar en ella","Sí, hasta que finalmente lo consigue","No, porque quiere presumir de novia"],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué cambios trae la presencia y la ausencia de Mica a la vida de Daniel?","options":["En casa ganan más dinero porque les compra quesos","Ninguno, ella es mucho más mayor y muy rica y no le hace ningún caso","Hace que cambie la percepción del pueblo y del valle para Daniel, todo es más hermoso","Ninguno, ella pasa de él"],"solution":2,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Saben los amigos de Daniel de su admiración y amor por la Mica?","options":["Sí, porque todos están enamorados de la misma chica","No, porque él lo guarda como su único secreto","Sí, porque entre chicos esas confidencias se hacen siempre","No, porque Daniel se calla para que no se rían de él"],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿A todos los amigos les atrae la Mica de la misma manera?","options":["Sí, todos están enamorados de ella","Les atrae a todos su belleza, pero solo Daniel está enamorado hasta la médula","Sí a todos les gusta por igual","No, para gustos, colores"],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cómo surge la conversación acerca del olor que exhalará la Mica después de muerta?","options":["Porque están en el prado, bajo la encina en la que hay enterrado un muerto de la Guerra","Porque para Daniel, con tal de hablar de la Mica, cualquier tema es bueno","Porque están comparando el olor de las buenas personas del pueblo, el cura, etc...","Porque la Mica es rica y puede comprarse buenos perfumes"],"solution":0,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿A qué llaman los chicos tener cutis?","options":["Los cutis son unos jaramagos del río","A tener la piel lustrosa y suave como la seda","Las cutis son unos insectos autóctonos del pueblo","A sentir irritación por haber tocado ortigas"],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Por qué las mujeres del pueblo no suelen tener (buen) cutis?","options":["Porque no se ponen lavativas todas las noches","Porque no tienen buenos genes, como la Mica","Porque sufren las agresiones del sol y el viento y se lo estropea","Porque comen muchas grasas"],"solution":2,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":3,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué razón da Roque para justificar que a la Mica no se le arrugue el pellejo?","options":["Que se da cremas y potingues","Que se pone una lavativa todas las noches","Que no deja que la toque el sol",""],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué opina don Ricardo, el médico, sobre la cuestión de la lavativa y de no arrugarse?","options":["Que son chismes de pueblo","Que todo es envidia","Que la gente no debería meterse en cuestiones médicas sin conocimientos","Que es muy probable porque las señales de la vejez surgen de un intestino sucio"],"solution":0,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Por qué a Daniel le irrita tanto el comentario de la lavativa?","options":["Porque no puede armonizar la belleza de la Mica y la repugnancia de la lavativa","Porque está harto de que sus amigos le ensucien todo lo que él admira","Porque le da rabia que los del pueblo sean tan envidiosos","Porque se siente mal de que sus vecinos sean tan groseros"],"solution":0,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cuál es el principal inconveniente, según Daniel, que impide su relación con la Mica?","options":["Que ella es diez años mayor","Que él no sea indiano","Que ella lo considere un niñato","Que cada uno pertenece a una casta social"],"solution":3,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cómo se siente Daniel el día en que la Mica detiene su coche y entabla conversación con él?","options":["Feliz y radiante porque es lo que había estado esperando desde siempre","Avergonzado porque ella lo trata como a un niño","Envarado y tieso, porque no se lo esperaba y no sabe reaccionar","Contento porque iba a llegar tarde a misa y así se ahorra la bronca"],"solution":2,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cómo se comporta la Mica con Daniel durante el trayecto?","options":["Con mucha amabilidad y cortesía, ¡hasta le encarga un par de quesos!","Lo recoge en el coche, pero deja bien claro que ella es una señorita rica","Se ríe de él al verlo tan cortado y apurado","No le dice nada, se limita a llevarlo hasta la iglesia"],"solution":0,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Por qué se pone Daniel el traje nuevo para ir a llevarle los quesos a la Mica?","options":["Porque es domingo y ese es el traje de los domingos","Porque ella es rica y si no no le hubiera dejado entrar","Porque quiere impresionarla y que lo vea correctamente vestido","Porque su madre se empeña en que vaya bien"],"solution":2,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Por qué le desagradan a la Mica los nombres de los amigos de Daniel?","options":["Porque es una estirada que no comprende la función de los motes","Porque son los nombres de un excremento y una enfermedad","Porque no son diminutivos","Porque es medio extranjera y odia los motes y los apodos"],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué hace que de repente Daniel, el Mochuelo, tenga ganas de marcharse a estudiar y progresar?","options":["Que se ha dado cuenta de que es una vergüenza tener amigos que se llamen Tiñoso y Moñigo","Que no quiere oler a queso el resto de su vida","Que quiere llegar a ser más rico que la Mica para demostrarle su superioridad","El deseo de poderse tratar de igual a igual con personas tan delicadas como la Mica"],"solution":3,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"De regreso de casa de la Mica ¿quién interrumpe sus reflexiones y análisis sobre su futuro?","options":["El Moñigo","La Uca-uca","El Tiñoso","Su padre"],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué denotan las preguntas de la Uca-uca a Daniel, el Mochuelo?","options":["Que es una cotilla insoportable","Que está enamorada y celosa por la actitud del Mochuelo","Que le gusta importunar y molestar","Que no se entera de nada"],"solution":1},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cómo trata Daniel a la Mariuca-uca después de su interrogatorio?","options":["Con una crueldad innecesaria","De la misma manera que la trata habitualmente","Con chulería porque se cree superior","Con mimo, porque la ve pequeña e indefensa"],"solution":0},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué tipo de amor es el que siente Daniel, el Mochuelo, hacia la Mica?","options":["Un amor puro, que saca lo mejor que hay en él y le induce a querer progresar","El amor del preadolescente que despierta a una pasión erótica","Un amor rudo y vulgar de chico de pueblo que se enrabia y se exaspera","Le atrae mucho físicamente"],"solution":0}],"isScorm":0,"textButtonScorm":"Guardar la puntuación","repeatActivity":false,"title":"","msgs":{"msgReady":"¿Preparado?","msgStartGame":"Pulse aquí para empezar","msgSubmit":"Enviar","msgEnterCode":"Introduzca el código de acceso","msgErrorCode":"El código de acceso no es correcto","msgGameOver":"¡Fin de la partida!","msgClue":"¡Genial! La pista es:","msgNewGame":"Pulse aquí para empezar otra partida","msgYouHas":"Tiene %1 aciertos y %2 fallos","msgCodeAccess":"Código de acceso","msgPlayAgain":"Jugar otra vez","msgRequiredAccessKey":"Es necesario el código de acceso","msgInformationLooking":"¡Genial! La información que estaba buscando","msgPlayStart":"Pulse aquí para jugar","msgErrors":"Errores","msgHits":"Aciertos","msgScore":"Puntuación","msgMinimize":"Minimizar","msgMaximize":"Maximizar","msgTime":"Tiempo por pregunta","msgLive":"Vida","msgFullScreen":"Pantalla Completa","msgExitFullScreen":"Salir del modo pantalla completa","msgNumQuestions":"Número de preguntas","msgNoImage":"Pregunta sin imágenes","msgCool":"¡Bien!","msgLoseT":"Ha perdido 330 puntos","msgLoseLive":"Ha perdido una vida","msgLostLives":"¡Ha perdido todas sus vidas!","mgsAllQuestions":"¡Completadas las preguntas!","msgSuccesses":"¡Correcto! | ¡Excelente! | ¡Genial! | ¡Muy bien! | ¡Perfecto!","msgFailures":"¡No era eso! | ¡Incorrecto! | ¡No es correcto! | ¡Lo sentimos! | ¡Error!","msgNotNetwork":"A este juego sólo se puede jugar con conexión a internet.","msgEndGameScore":"Antes de guardar la puntuación comience la partida.","msgScoreScorm":"La puntuación no se puede guardar porque esta página no forma parte de un paquete SCORM.","msgQuestion":"Pregunta","msgAnswer":"Responder","msgOnlySaveScore":"¡Sólo puede guardar la puntuación una vez!","msgOnlySave":"Sólo puede guardar una vez","msgInformation":"Información","msgYouScore":"Su puntuación","msgAuthor":"Autor","msgOnlySaveAuto":"Su puntuación se guardará después de cada pregunta. Sólo puede jugar una vez.","msgSaveAuto":"Su puntuación se guardará automáticamente después de cada pregunta.","msgSeveralScore":"Puede guardar la puntuación tantas veces como quiera","msgYouLastScore":"La última puntuación guardada es","msgActityComply":"Ya ha realizado esta actividad.","msgPlaySeveralTimes":"Puede realizar esta actividad cuantas veces quiera","msgTryAgain":"Necesita al menos un %s% de respuestas correctas para conseguir la información. Vuelva a intentarlo.","msgVideoIntro":"Vídeo de introducción","msgClose":"Cerrar","msgOption":"Opción","msgRickText":"Texto enriquecido","msgUseFulInformation":"e información que será muy útil","msgLoading":"Cargando. Espere, por favor...","mgsPoints":"puntos"}}
0123456789101112131415161718192021

Reflexión

¿Es sorprendente el impulso que lleva a un niño de diez años a embelesarse ante una chica de veinte? ¿Lo es más si sabemos que ese amor había empezado tres años atrás? ¿Qué se señala de Mica en el capítulo? ¿Sus formas, su cuerpo? ¿Su manera de sonreír? ¿Su belleza? ¿Su hermosura? ¿Qué efecto causa en Daniel? ¿Por qué la considera un remanso de paz? ¿Qué descubrimiento hace el Mochuelo acerca de las realidades que pueden someter al hombre? ¿Qué le ocurría a Daniel cuando Mica se iba del pueblo? ¿Cómo percibía entonces el pueblo y los alrededores? ¿Qué tiene que ver la presencia de Mica con el renacimiento de todo lo bello de la naturaleza y del entorno? ¿Cuál sería la razón por la que Daniel perdía peso cuando Mica se ausentaba y lo recuperaba con su regreso? ¿Sienten lo mismo los otros chicos acerca de la joven? ¿Qué diferencia hay?¿Qué defiende Daniel respecto a Mica ante sus amigos? ¿Sus atributos físicos? ¿Su bondad? ¿Has oído hablar alguna vez del concepto amor platónico? Si estás interesado en este concepto que arranca del filósofo griego Platón, aquí te dejo un brevísimo vídeo sobre la cuestión.

¿Te has dado cuenta de que un amor platónico no es un amor imposible a la manera romántica? ¿Qué es entonces? ¿Un amor que nos hace estar pendientes sobretodo de la belleza interior de la persona, de sus buenas cualidades? ¿Un amor que nos obliga a superarnos para estar a la altura de esa belleza moral? ¿Has oído alguna vez la expresión ser una bellísima persona? ¿A qué se refiere? ¿A belleza física? ¿A la belleza de sus actos y palabras? ¿Entiendes ahora que al final del capítulo el Mochuelo quiera progresar? ¿Qué es entonces progresar? ¿Alcanzar un refinamiento que le permita estar, en finura y delicadeza, al mismo nivel que la persona que ama? ¿Qué puede hacer entonces Daniel para conseguir que sus actos y sus palabras sean bellos?

¿Y tú, te has planteado también progresar en delicadeza? ¿En mejorar tus grandes cualidades? ¿En embellecer tus actos y tus palabras?

Actividad de actualización

De las siguientes actividades selecciona las que sean más de tu agrado y una vez las hayas realizado, guárdalas en tu portafolio.

Conócete a ti mismo

  1. Seguro que a tu alrededor hay alguna persona a la que estimas por la belleza de sus palabras y de sus actos y por la que estarías dispuesto a iniciar un proceso de perfeccionamiento. Escoge la forma literaria que mejor cuadre con tu personalidad o con las ideas que vas a expresar (carta personal, poema, página de diario) y escribe una composición en la que expreses tus sentimientos hacia esa persona.
  2. Infografía. Daniel, el Mochuelo, al igual que muchos poetas neoplatónicos como Petrarca o Lope de Vega, se siente atraído por la belleza de ideas, acciones y sentimientos de su amada y desea conformarse de la misma manera, para ello está dispuesto a marchar a la ciudad a estudiar. Si tú quisieras orientar tu personalidad de la misma manera ¿qué actividades elegirías? Elabora una lista de actividades que, desde tu punto de vista, puedan educar también  la sensibilidad y la delicadeza de las acciones y preséntala en forma de infografía.
  3. Tal vez te guste pintar, escribir, tocar un instrumento o componer música. Crea una entrada de blog o página de diario en la que expongas de qué manera la realización de esas actividades te hacen sentir más armónico, mejor persona, más dueño de ti mismo y como te ayudan a comprender mejor la realidad. Vale lo mismo para cualquier otra actividad que te permita entrar en un estado de atención y de concentración plena, de crecimiento personal.

Conoce tu entorno

  1. Investigación. Busca información acerca de las relaciones entre Beatriz Portinari y Dante y Laura de Noves y Petrarca. Revisa el vídeo del apartado reflexión y analiza de qué manera Beatriz y Laura ayudaron a perfeccionarse a los dos hombres cuyo amor inspiraron. Después, realiza una presentación de diapositivas con los principales elementos de estas relaciones: marco histórico temporal, tipo de relación, reflejo de esta relación en la obra, etc...
  2. Tablero de Padlet Crea un tablero de Padlet con el título Canciones neoplatónicas y rellénalo con canciones que encuentres en la red y que traten el tema del amor desde una perspectiva platónica. Redacta un post para cada una de ellas explicando si se trata verdaderamente de un amor platónico, o simplemente de un amor imposible.
  3. Tablero de Padlet. Investiga el argumento de algunas películas como por ejemplo, Mi chica, en la que también la protagonista tiene 11 años y se siente enamorada, platónicamente, de su profesor de lengua, o El sustituto de Lisa. Y compón un tablero con un enlace a la película, o al tráiler de la misma y explica por qué la verías o qué te ha gustado de ella si ya la has visto.

Antónimos en "El Camino" Cap. XIII: Actividad desplegable

Selecciona el antónimo más adecuado para la palabra antecedente

  1. Mediante un módico alquiler.
  2. De cuanto supusiese para ellos una rémora
  3. Lo sojuzgan, y lo someten a su imperio con cruel despotismo 
  4. El cielo y la tierra se tornasen yermos, amedrentadores y grises.
  5. Una acentuación exhaustiva de sus posibilidades.
  6. Su arrobo no perduraba; era efímero y decadente como una explosión.
  7. Como si hubieran afrentado a su madre.

Habilitar JavaScript

Antónimos II en "El Camino" Cap. XIII: Actividad desplegable

Selecciona el antónimo más adecuado para la palabra antecedente

  1. Tiene la piel como una manzana con lustre
  2. La vejez sale del vientre. Y la cara se arruga por tener sucio el intestino.
  3. Eran dos polos opuestos e irreconciliables
  4. La afirmación del Tiñoso era, pues, concienzuda, enteramente posible y verosímil.
  5. Preguntándose si la Mica recordaría el frustrado hurto de las manzanas.
  6. Se le atarantó la lengua al Mochuelo.
  7. La Mica, en tal caso, cesaría de tratarle como a un rapaz maleducado y pueblerino .
  8. Él se detuvo en medio de la carretera, exasperado

Habilitar JavaScript

Sinónimos en "El Camino" Cap. XIII: Actividad desplegable

Selecciona el sinónimo más adecuado para la palabra antecedente

  1. Mediante un módico alquiler.
  2. De cuanto supusiese para ellos una rémora
  3. Lo sojuzgan, y lo someten a su imperio con cruel despotismo 
  4. El cielo y la tierra se tornasen yermos, amedrentadores y grises.
  5. Una acentuación exhaustiva de sus posibilidades.
  6. Su arrobo no perduraba; era efímero y decadente como una explosión.
  7. Como si hubieran afrentado a su madre.

Habilitar JavaScript

Sinónimos II en "El Camino" Cap. XIII: Actividad desplegable

Selecciona el sinónimo más adecuado para la palabra antecedente

  1. Tiene la piel como una manzana con lustre
  2. La vejez sale del vientre. Y la cara se arruga por tener sucio el intestino.
  3. Eran dos polos opuestos e irreconciliables
  4. La afirmación del Tiñoso era, pues, concienzuda, enteramente posible y verosímil.
  5. Preguntándose si la Mica recordaría el frustrado hurto de las manzanas.
  6. Se le atarantó la lengua al Mochuelo.
  7. La Mica, en tal caso, cesaría de tratarle como a un rapaz maleducado y pueblerino .
  8. Él se detuvo en medio de la carretera, exasperado

Habilitar JavaScript