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Las tres hilanderas

Actividad de lectura: Las tres hilanderas

Las tres hilanderas

Jacob Grimm y Wilhelm Grimm (coaut.)


José S. Viedma (trad.)

Tres mujeres hilando
D. Velázquez. Las hilanderas (CC0)



Allá en aquellos tiempos había una joven muy perezosa que no quería hilar. Su madre se incomodaba mucho; pero no podía hacerla trabajar. Un día perdió la paciencia de manera que llegó a pegarla, y su hija se puso a llorar a gritos. En aquel momento pasaba por allí la Reina, y oyendo los sollozos, mandó detener su coche y entró en la casa preguntando a la madre por qué pegaba a su hija con tanta crueldad, que se oían en la calle los lamentos de la niña. La mujer, avergonzada, no quiso contarla la pereza de su hija, y la dijo:

-No puedo hacerla que suelte el huso ni un solo instante, quiere estar hilando siempre, y yo soy tan pobre que no puedo darla el lino que necesita.

-Nada me gusta tanto como la rueca -la respondió la Reina-; el ruido del huso me encanta, dejadme llevar a vuestra hija a mi palacio, yo tengo lino suficiente e hilará todo lo que quiera. La madre consistió en ello con el mayor placer, y la Reina se llevó a la joven.

En cuanto llegaron a palacio la condujo a tres cuartos que estaban llenos de arriba abajo de un lino muy hermoso.

-Hílame todo ese lino -la dijo-, y cuando esté concluido, te casaré con mi hijo mayor. No te dé cuidado1 de que seas pobre; tu amor al trabajo es un dote suficiente.

La joven no contestó; pero se hallaba en su interior consternada, pues aunque hubiera trabajado trescientos años, sin dejarlo desde por la mañana hasta por la noche, no hubiera podido hilar aquellos enormes montones de estopa. Así que se quedó sola, echó a llorar, permaneció así tres días sin trabajar nada. Al tercero, vino a visitarla la Reina y se admiró de ver que no había hecho nada; pero la joven se excusó, alegando su disgusto por verse separada de su madre. La Reina aparentó quedar satisfecha con esta excusa, pero la dijo al marcharse:

-Bien, pero mañana es necesario empezar a trabajar.

Cuando se quedó sola la joven, no sabiendo qué hacerse, se puso a la ventana. Estando allí vio venir tres mujeres, la primera de las cuales tenía un pie muy ancho y muy largo, la segunda un labio inferior tan grande y caído que la pasaba y cubría por debajo de la barba, y la tercera el dedo pulgar muy largo y aplastado. Se colocaron delante de la ventana, dirigiendo sus miradas al interior del cuarto, y preguntaron a la joven qué quería. Refiriolas su disgusto y ofrecieron ayudarla.

-Si nos prometes -la dijeron- convidarnos a tu boda, llamarnos primas tuyas, sin avergonzarte de nosotras, y sentarnos a tu mesa, hilaremos tu lino y concluiremos muy pronto.

-Con mucho gusto -las contestó-; entrad y comenzaréis en seguida.

Introdujo a estas tres extrañas mujeres e hizo un sitio en el primer cuarto para colocarlas, poniéndose en seguida a trabajar. La primera hilaba la estopa y hacía dar vueltas a la rueda; la segunda mojaba el hilo; la tercera le torcía y le apoyaba en la mesa con su pulgar y cada vez que pasaba el dedo echaba una madeja del hilo más fino. Siempre que entraba la Reina escondía la joven a sus hilanderas y la enseñaba lo que había hecho, llenándose la Reina de admiración. En cuanto estuvo vacío el primer cuarto pasaron al segundo y después al tercero, concluyendo en muy poco tiempo. Entonces se marcharon las tres jóvenes, diciendo:

-No olvides tu promesa, que no tendrás de qué arrepentirte.

Cuando la joven enseñó a la Reina las piezas vacías y el hilo hilado, se fijó el día de la boda. El Príncipe estaba admirado de tener una mujer tan hábil y trabajadora, y la amaba con ardor.

-Tengo tres primas -le dijo-, que me han hecho mucho bien, y a las que no quiero olvidar en mi felicidad; permitidme convidarlas a mi boda y sentarlas a nuestra mesa.

El Príncipe y la Reina no la pusieron ningún obstáculo. El día de la boda llegaron tres mujeres magníficamente ataviadas, y la novia les dijo:

-Bien venidas seáis, queridas primas.

-¡Oh! -exclamó el Príncipe-, tienes unas parientas bien feas.

Dirigiéndose después a la que tenía el pie ancho:

-¿De qué tienes ese pie tan grande? -la preguntó.

-De hacer dar vueltas a la rueda -le contestó-, de hacer dar vueltas a la rueda.

A la segunda:

-¿De qué tienes ese labio tan caído?

-De haber mojado el hilo, de haber mojado el hilo.

Y a la tercera:

-¿De qué tienes ese dedo tan largo?

-De haber torcido el hilo, de haber torcido el hilo.

El Príncipe, asustado al ver aquello, juró que desde allí en adelante no volvería su esposa a tocar la rueca, librándola así de esta odiosa ocupación.

TY - GEN
ID - BVMC:224578
AU - Grimm, Jacob
AU - Grimm, Wilhelm
TI - Las tres hilanderas / de los Hermanos Grimm; traducidos del alemán por José S. Viedma
CY - Alicante : Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2005
PY - 2005
UR - http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc348h7
ER - 

1. "No te dé cuidado" No te preocupes

abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz

Muy conturbado y abatido el ánimo de alguien
Y29uc3Rlcm5hZG8=
Conjunto de bienes y derechos aportados por la mujer al matrimonio, y que le deberá ser devuelto una vez disuelto aquel.
ZG90ZQ==
Reducir a hilo el lino, cáñamo, lana, seda, algodón
aGlsYXI=

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Infografía del cuento "Las tres hilanderas"
Mª Pilar Gomis Martí. Infografía cuento "Las tres hilanderas" (CC BY-SA)

  • La primera lectura puedes realizarla por ti mismo, de manera autónoma, o acompañándote de la grabación, que puede ayudarte a comprender mejor. Tú eliges.
  • Lee el texto abriendo los enlaces y buscando por ti mismo las palabras que no entiendas y que no aparezcan enlazadas. Diccionario
  • Asegúrate de que entiendes no solo las palabras sino también el sentido del texto, aunque tengas que leerlo varias veces.
  • Haz un dibujo o una infografía en la que incluyas los elementos que estructuran la narración: planteamiento, nudo y desenlace.
  • Comprueba tu nivel de comprensión realizando el QuExt de Las tres hilanderas
  • Grábate recitando el cuento procurando que tu lectura sea expresiva.

Selección de acepciones del DLE: Actividad desplegable

Selecciona la acepción del DLE más adecuada para la palabra antecedente

  1. Allá en aquellos tiempos había una joven muy perezosa que no quería hilar
  2. No puedo hacerla que suelte el huso ni un solo instante
  3. Yo tengo lino suficiente e hilará todo lo que quiera
  4. No hubiera podido hilar aquellos enormes montones de estopa

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QuExt Las tres hilanderas

Elija la respuesta correcta

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muy largo"],"solution":3,"url":"undefined"},{"type":0,"time":1,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿A cambio de qué consienten en ayudar a la joven a hilar?","options":["A cambio de tres habitaciones llenas de oro","A cambio de que las invite a su boda y no se avergüence de ellas","A cambio de que les entregue a su hijo cuando nazca","A cambio de que diga que son sus primas"],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":1,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Está el príncipe enamorado de la joven?","options":["Sí, porque cree que es muy guapa y muy trabajadora","No, porque los príncipes solo se pueden enamorar de princesas","No, pero tiene que cumplir la voluntad de su madre","Sí, pero le molesta que sea de clase 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Reflexión

¿Es este un cuento sobre la pereza? ¿Cuál sería el sentido del cuento? ¿Es una invitación al trabajo? ¿Es un gran castigo trasladar a la joven perezosa al palacio real para que hile? ¿Quién queda peor, la madre que grita o la niña que no hila? ¿Por qué crees que la chica no solo no es castigada por su haraganería sino que es recompensada con una buena boda y con la liberación de la necesidad de hilar? ¿Por qué crees que hilar era una obligación común para todas las mujeres en tiempos antiguos? ¿De dónde salían los tejidos con que vestirse? ¿Crees que todas las mujeres eran igualmente habilidosas para dedicarse a estos menesteres? ¿Qué pasaba con las mujeres que no eran habilidosas para estas tareas? ¿Eran menos inteligentes? ¿Dejaban de tener su espacio en la sociedad? ¿Crees que puede llegar a ser muy estresante no poder responder a lo que la sociedad espera de ti? ¿Hay alternativas? ¿Puedes ofrecer a la sociedad otro tipo de aportaciones? ¿Qué ofrece la muchacha? ¿Belleza? ¿Atractivo físico?¿Simpatía?

Piensa en ti, o en algunos de tus compañeros ¿a todos os gusta estudiar? ¿estáis todos igual de capacitados para disfrutar con el estudio? ¿es posible tener éxito en la vida por otros caminos? ¿Crees que, si fuera posible, a alguno de tus compañeros les gustaría demostrar sus capacidades en ámbitos distintos al escolar?,

¿Crees que este puede ser un cuento sobre la esperanza de tener un buen futuro pese a los malos pronósticos que los adultos hacen de nuestra vida mientras somos adolescentes? ¿Un cuento sobre la posibilidad de liberarnos de formas de vida con las que no nos identificamos y que nos vienen impuestas por los padres, por el sistema educativo, por el estado o por cualquier otra institución?

¿Sabías que el Dr. Mel Levin autor del famosísimo  libro Mentes diferentes, aprendizajes diferentes es también el autor del libro Contra el mito de la pereza en el que plantea que la pereza no existe? ¿Sabes que considera que no hay nadie perezoso, solo personas disfuncionales para determinadas acciones? ¿Entiendes qué significa eso? Por ejemplo, si mi cerebro tiene una disfunción que me impide cooordinar adecuadamente mi motricidad fina ¿qué crees que pasará cuando intente dibujar, crees que fracasaré? ¿Y qué crees que sucederá después de muchos fracasos continuados? ¿Piensas que lo seguiré intentando o que en vista del esfuerzo realizado y el nulo resultado obtenido dejaré de intentarlo y canalizaré mis energías en otra dirección en la que sí consiga tener éxito en mi actividad?

Actividad de actualización

Conócete a ti mismo

  1. Página de diario. Piensa en las obligaciones ineludibles de tu vida, o en los deberes que pospones y escribe una página de tu diario analizando tu relación con ellas, habla acerca de si las disfrutas o las sufres, si las sustituirías por otro tipo de obligaciones más de tu gusto, y que también representen un trabajo o un esfuerzo.
  2. Escrito de defensa. Introspección. ¿Te han acusado alguna vez de perezoso? ¿Te consideras tú a ti mismo perezoso? ¿Cuáles son las actividades que te motivan? ¿Cuáles las que te desmotivan? Si has leído el apartado acerca del mito de la pereza en la actividad de reflexión, partiendo de ella, escribe una carta en tu defensa a tus padres o a tu tutor o a cualquiera de los adultos que te acusa de vago, y en la que expliques y demuestres que eres una persona activa y en qué ámbitos y cuáles son las dificultades reales -no valen escusas insinceras de niño pequeño- por las que no realizas determinado tipo de actividades.
  3. Investigación. Haz entrevistas a las personas mayores de tu familia y averigua si entre ellos alguno tuvo que renunciar a algún tipo de obligaciones y trabajos de su interés, para dedicarse a otro tipo de actividades. Por ejemplo, alguien tuvo que estudiar Dirección de empresas, para hacerse cargo de la empresa familiar, cuando en realidad hubiera querido ser médico, que era para lo que tenía facilidad. O al revés, alguien se vio obligado a estudiar odontología para heredar la clínica de su padre cuando hubiera preferido ser novelista o pintor. Después, redacta un escrito, con la forma que más te interese, cuento o texto expositivo. en el que desarrolles toda la información obtenida. Puedes ilustrarlo con imágenes de las dos actividades de la vida de esa persona.

Conoce tu entorno

  1. Investigación. Tablero de Padlet. Busca ejemplos contemporáneos de personas que tuvieron éxito en su vida de adultos y que fueron malos estudiantes en su etapa escolar. Es una circunstancia bastante frecuente en la vida de los artistas, por ejemplo, Juan Ramón Jiménez (Premio Nobel de Literatura en 1957) y Rafael Alberti, los dos grandes poetas, dejaron, sin embargo, muy mal recuerdo en el Colegio de los Jesuitas del Puerto de Santa María, donde estudiaron ambos. Seguro, que sin pensar mucho te viene a la mente algún cantante, actor, bailarín, diseñador, empresario, youtuber, etc... que vivieron esta situacion. Crea un tablero de Padlet con cinco de ellos. En cada post, incluye una imagen suya, menciona alguno de los problemas de su época de estudiantes y el principal logro de su vida de adultos.
  2. Artículo periodístico. Selecciona uno de ellos, el que más te haya llamado la atención, documéntate y escribe en tu portafolio un artículo periodístico sobre esa evolución y sobre el esfuerzo y el éxito posterior en su profesión.

Antónimos en Las tres hilanderas: Actividad desplegable

Selecciona el antónimo más adecuado para la palabra antecedente

  1. Allá en aquellos tiempos había una joven muy perezosa que no quería hilar
  2. La mujer, avergonzada, no quiso contarla la pereza de su hija
  3. La joven no contestó; pero se hallaba en su interior consternada
  4. El Príncipe estaba admirado de tener una mujer tan hábil y trabajadora, y la amaba con ardor .

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Sinónimos en Las tres hilanderas: Actividad desplegable

Selecciona el sinónimo más adecuado para la palabra antecedente

  1. Allá en aquellos tiempos había una joven muy perezosa que no quería hilar
  2. La mujer, avergonzada, no quiso contarla la pereza de su hija
  3. La joven no contestó; pero se hallaba en su interior consternada
  4. El Príncipe estaba admirado de tener una mujer tan hábil y trabajadora, y la amaba con ardor .

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