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Los cuentos populares

¿Alguna vez te has planteado qué hacían los niños hasta que se inventaron las escuelas, y aún más la educación obligatoria? ¿Estaban sin educar, como salvajes? ¿Se encargaban solo los padres, sin socialización? ¿Lo hacía la tribu, la comunidad? ¿De qué materiales se valían? ¿Tenían libros de texto?

Muy probablemente, los libros de texto de muchas de las generaciones que nos han precedido, en todas las culturas,  fueron lo que actualmente conocemos como cuentos populares. Un corpus de narraciones orales, pues los libros tardaron siglos en existir como objeto físico, que se podían escuchar de manera colectiva (la típica escena del pequeño grupo humano reunido alrededor del fuego fascinado con el encanto de lo narrado) y que tenían la ventaja de  que se podían guardar en la memoria.

Los cuentos cumplieron la misión de dotar a los niños de herramientas de análisis del mundo y pautas de actuación frente a las dificultades que iban a encontrarse en la vida a medida que iban creciendo. Y eso es lo que los hace tan extraordinarios: son herramientas y pautas para ser utilizadas en diferentes situaciones, no códigos de conducta cerrados que restringen la libertad de decisión del ser humano y que dan respuestas fijas para situaciones variables, como ocurre en ocasiones con los mandamientos o las leyes de las diferentes escuelas religiosas.

¿Has leído alguna vez algún cuento en el que te animen a ser desconfiado y precavido? ¡Qué gran virtud la precaución! ¿Has leido algún cuento en el que te animen a confiar en los demás? ¡Qué gran virtud la confianza! Entonces ¿qué es mejor, ser confiado o desconfiado? Pues eso es lo que te enseñan los cuentos,  a no tener una respuesta fija para todo, sino a reconocer situaciones en las cuales es mejor una actitud o la otra. Por eso es tan importante leer cuentos, porque irás guardando un archivo de situaciones que te permitirá escoger llegado el momento,  porque sabrás reconocerlas y escoger la opción más adecuada a esa circunstancia.

Si alguna vez tienes dudas acerca del interés de los cuentos, piensa que hay algunos a los que se les supone cerca de 4000 años de existencia, y seguimos narrándolos porque las situaciones que plantean son comunes a los seres humanos de todos las épocas y de todas las culturas. De hecho, vemos que en culturas muy diferentes y muy alejadas se narran los mismos cuentos y Caperucita Roja, lo mismo puede ser un cuento eslavo, francés, chino o hispanoamericano.

Los cuentos, es frecuente, verlos compilados por autores de diferentes países y culturas, cada uno de ellos preocupado por guardar la rica tradición cuentística de su país. En esta primera unidad del Curso de introducción al español culto hemos elegido tres compiladores de cuentos populares

  • La tradición francesa del S. XVIII representada por Ch. Perrault
  • La tradición alemana del S. XIX representada por los hermanos W. y J. Grimm
  • La tradición rusa del S. XIX representada por Aleksandr Afanasev

De cada uno de ellos, hemos procurado también recoger sus cuentos más reconocidos.