Saltar la navegación

Escena I

Actividad de lectura


   

                                                                     ESCENA PRIMERA
Tres príncipes donceles juegan a la pelota en el patio de armas de un castillo muy torreado, como aquellos de las aventuras de Orlando: puede ser de diamante, de bronce o de niebla. Es un castillo de fantasía, como lo saben soñar los niños. Tiene grandes muros cubiertos de hiedra, y todavía no
ha sido restaurado por los arquitectos del Rey. ¡Alabemos a Dios!


EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. ¿Habéis advertido1 hermanos, cómo esta pelota bota y rebota? Cuando la envío a una parte, se tuerce a la contraria.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. ¡Parece que llevase dentro a un diablo enredador!
EL PRÍNCIPE POMPÓN. ¡Parece haberse vuelto loca!
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. ¡Antes sería preciso que esa bola llena de aire fuese capaz de tener juicio alguna vez!
EL PRÍNCIPE POMPÓN. ¿Por qué lo dudas? ¿Porque está llena de aire? El aire, el humo y el vacío son los tres elementos en que viven más a gusto los sabios.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. ¡Bien dice el Príncipe Pompón! ¿No vemos al Primer Ministro del Rey nuestro padre? ¡Unos dicen que tiene la cabeza llena de humo! ¡Otros, que de aire! ¡Y otros, que vacía!
EL PRÍNCIPE POMPÓN. ¡Y, sin embargo, todas las gacetas ponderan sus discursos y pregonan que es un sabio, Príncipe Ajonjolí! El Rey nuestro padre le confía el gobierno de sus Estados.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Pero ya sabéis lo que dice la Reina nuestra madre, cuando le repela las barbas al Rey nuestro padre: ¡Una casa no se gobierna como un reino! ¡Una casa requiere mucha cabeza! Y el Rey nuestro padre le da la razón.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Porque es un bragazas. Pero el Primer Ministro no se la da, y dice que todas
las mujeres, reinas o verduleras, son anarquistas.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Vamos a terminar el partido.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. No se puede con esta pelota. Está de remate. ¡Mirad qué tumbos!
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Tú eres quien está de remate. La has metido por la ventana del torreón.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Voy a buscarla.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Está cerrada la puerta, Príncipe Verdemar.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. ¿Dónde está la llave, Príncipe Ajonjolí?
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. La Reina la lleva colgada de la cintura.


Se oye la voz de un duende que canta con un ritmo sin edad, como las fuentes y los pájaros, como el sapo y la rana. Los ecos del castillo arrastran la canción, y en lo alto de las torres las cigüeñas escuchan con una pata en el aire. La actitud de las cigüeñas anuncia a los admiradores de Ricardo Wagner.


EL DUENDE. ¡Dame libertad,
                        paloma real!
                        ¡Palomita que vuelas tan alto,
                        sin miedo del gavilán!
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. ¿Quién canta en el torreón? ¡No conozco esa voz!
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Un duende del bosque, Mingo Mingote el jardinero lo cazó con un lazo, y hoy lo presentó como regalo a nuestro padre el Rey.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. Yo nunca vi duendes, ni tampoco creí que los hubiese. Los duendes, las brujas, los trasgos, las hechicerías, ya no son cosa de nuestro tiempo, hermanos míos. Ése que el jardinero ha cazado en el bosque no será duende.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Yo lo vi, y tiene de duende toda la apariencia, Príncipe Pompón.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. ¡Mucho engañan los ojos, Príncipe Ajonjolí!


EL DUENDE asoma la cabeza entre dos almenas. Tiene cara de viejo: Lleva capusay de teatino, y parece un mochuelo con barbas, solamente que bajo las cejas, grandes y foscas, guiña los ojos con mucha picardía, y a los lados de la frente aún tiene las cicatrices de los cuernos con que le vieron un día los poetas en los bosques de Grecia.


EL DUENDE. Ábreme la puerta de mi cárcel, primogénito del Rey, Príncipe Pompón, y serás feliz en tu reinado. La gracia que me pidas, ésa te daré.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. Devuélveme la pelota y te abriré la puerta.
EL DUENDE. ¿Me lo juras?
EL PRÍNCIPE POMPÓN. Mi palabra es de Rey.
EL DUENDE. Ahí va la pelota.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. ¡Gracias!
EL DUENDE. Dame libertad.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. No puedo.
EL DUENDE. ¿Y tu palabra, Príncipe Pompón?
EL PRÍNCIPE POMPÓN. Mi palabra no es una llave.
EL DUENDE. Ni tu fe de Rey.


Desaparece EL DUENDE haciendo una cabriola. Vuelve a oírse su canción, y las cigüeñas cambian de pata, para descansar antes de caer en el éxtasis musical.

EL PRÍNCIPE POMPÓN. Vamos a jugar, hermanos.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Yo salgo2 el primero.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Quien sale soy yo.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. Yo debo salir, que soy el primogénito.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. En el juego de pelota eso no vale.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Lo echaremos a suerte. El que bote más alto la pelota aquel sale.


La sopesa y pasa de una mano a otra, toma plaza y le hace dar un bote tan alto, que casi toca el pico de las torres. Vuelve a tierra la pelota, y en el bote se entra por la ventana del torreón.


EL DUENDE. ¡Dame libertad,
                        paloma real!
                       ¡Palomita que vuelas tan alto,
                       sin miedo del gavilán!
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Ya nos quedamos sin pelota. Has estado muy torpe.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. El Duende nos la devolverá. ¡Señor Duende!... ¡Señor Duende!...
EL DUENDE. ¡Dame libertad,
                        paloma real!
                        ¡Palomita que vuelas tan alto,
                        sin miedo del gavilán!
TODOS LOS PRÍNCIPES. ¡Señor Duende! ¡Señor Duende!


Aparece otra vez EL DUENDE entre las almenas, y en lo más alto de las torres puntiagudas, las cigüeñas cambian de pata. EL DUENDE saluda con una pirueta.


EL DUENDE. ¡Señores Príncipes! ¡Servidor de ustedes!
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Devuélveme la pelota.

EL DUENDE. Con mil amores te devolvería la pelota, si tú me devolvieras la libertad. ¿Me abrirás la puerta?
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Te la abriré.
EL DUENDE. ¿Me lo juras?
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Palabra de Rey.
EL DUENDE. ¡No! Palabra de Rey no.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. ¿Pues qué palabra quieres? Yo no puedo empeñarte otra. Si no soy Rey, nací para serlo, y mi palabra es conforme a mi condición.
EL DUENDE. ¿Y no me podrías dar palabra de hombre de bien?
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Me estás faltando al respeto que se me debe como Príncipe de la sangre. Hombre de bien se dice de un labrador, de un viñador, de un menestral. Pero nadie es tan insolente que lo diga de un Príncipe. Hombre de honor se dice de un capitán, de un noble, de un duelista y de algunos pícaros que se baten con espadas de cartón.
EL DUENDE. Ya sé que las espadas y los sables de cartón son la mejor tramoya para presumir de caballero.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. A un Príncipe no se le puede llamar ni hombre de bien ni hombre de honor. Es depresivo.
EL DUENDE. ¿Para quién?
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Para mi sangre azul.
EL DUENDE. Príncipe Ajonjolí, tendré entonces que conformarme con tu palabra real. Ahí va la pelota.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Gracias.
EL DUENDE. Cumple tu promesa.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Mañana la cumpliré. Yo no te dije que fuese ahora. Mañana veré a un herrero y le encargaré una llave.
EL DUENDE. Antes de esta noche vendrá el verdugo.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Si eres duende, procura salir por la chimenea. ¡Hermanos, vamos a continuar el partido!


EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ hace botar la pelota. EL DUENDE guiña un ojo inflando las mejillas, y la pelota salta a pegar en ellas, reventándoselas en una gran risa. ¡Es el imán de las conjunciones grotescas!


EL DUENDE. De esta vez, Príncipes míos, no tendréis la pelota sin abrirme la puerta primero.
LOS PRÍNCIPES. ¡Vuélvela! ¡Vuélvela!
EL DUENDE. Os vuelvo3 vuestras promesas reales, que os servirán mejor que la pelota. ¡Son más huecas y más livianas!
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Duende, dame la pelota, y cumpliré como hombre de bien, como caballero y como Príncipe.
EL DUENDE. No tienes la llave del torreón, Príncipe Verdemar.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Mis hermanos y yo derribaremos la puerta.
EL DUENDE. ¿Con qué?
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Con los hombros.
EL DUENDE. Es muy fuerte la puerta, y antes de derribarla os habría salido joroba. Príncipes míos, estaríais muy poco gentiles.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Nuestro padre el Rey castigará tu insolencia.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. El verdugo cortará tu cabeza.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Me duele que el engaño de mis hermanos te haga dudar de mi palabra.

EL DUENDE. Príncipe Verdemar, allí viene la Reina vuestra madre, muy señora mía. Pídele la llave, que la lleva en la faltriquera.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. No me la daría.
EL DUENDE. Llega a tu madre, y dile que te mire en la oreja derecha, porque te duele. Y mientras ella mira, mete la mano con tiento en su faltriquera y saca la llave.
Sale Señora REINA con su corona. Un paje le recoge la cola del manto, un lebrel le salta al costado, en el puño sostiene un azor.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Miradme en este oído, madre.
LA REINA. ¿Qué tienes?
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Una avispa se me ha entrado y me zumba dentro.
LA REINA. No veo nada.
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Dejadlo, madre, ya saldrá.


Señora REINA se agachaba para mirar en la oreja del PRÍNCIPE. El muchacho, guiñando un ojo, le hurtaba la llave de la faltriquera. ¡La rica faltriquera cosida con hilo de oro, hecha con el raso de un jubón que en treinta batallas sudó Señor REY! Se va Señora REINA. EL PRÍNCIPE VERDEMAR abre la puerta del torreón y sale EL DUENDE.


EL DUENDE. Gracias, Príncipe mío. Si alguna vez necesitas el valimiento de un duende, no tienes más que llamarme. Toma este anillo. Cuando te lo pongas me tendrás a tu lado.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. Nuestro padre te hará castigar cuando sepa que has abierto la puerta del torreón y dado libertad al Duende.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Vámonos a jugar en otra parte. No viéndonos aquí, nadie sospechara de nosotros.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. ¿De nosotros dices, Príncipe Ajonjolí? Tú y yo estamos libres de toda culpa.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. ¿Y si nos culpan a los tres?
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Si culpan a los tres, yo me declararé el solo delincuente.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. Ahí llega el Rey, nuestro padre.
EL REY. Quiero que veáis al Duende, enredador y travieso, que deshoja las rosas en mis jardines reales, que cuando pasa la Reina sacude sobre su cabeza las ramas mojadas de los árboles, que en las cámaras de mi palacio se esconde, para fingir un eco burlesco, y que en lo alto de la chimenea se mofa con una risa hueca, que parece del viento, cuando me reúno en Consejo con mis Ministros. En los parques reales lo cazó mi jardinero, a quien acabo de recompensar con un título de nobleza. Y en memoria de este día, tan fausto en mi reinado, mandaré grabar una medalla.
EL PRIMER MINISTRO. ¡Oh Rey! Mejor sería un sello de Correos. Sirve, como la medalla, de conmemoración y aumenta las rentas del Tesoro.
EL REY. No había pensado en ello. En cuanto a los Príncipes, mis hijos, quiero asociarlos a esta alegría de mi pueblo, como padre y como Rey. Príncipe Pompón, tuyo es mi caballo. Príncipe Ajonjolí, tuyo es mi manto de armiño. Príncipe Verdemar, tuya es mi espada.
LOS PRÍNCIPES. Gracias, señor.
EL REY. Pedid a la Reina la llave del torreón.
EL PRIMER MINISTRO. Señor, la puerta esta franca.
EL REY. ¡Cómo! ¿Quién fue el traidor que dio libertad al duende?


Señora REINA acude llorando. Con el hipo que trae, la corona le baila en la cabeza. El azor que lleva en el puño abre las alas, el lebrel que lleva al costado se desata en ladridos. Y saca la lengua acezando, el paje que le sostiene la cola del manto real.


LA REINA. ¡Me han robado la llave! ¡Me han robado la llave! ¡Hay traidores en el palacio! ¡Estamos como en Rusia!
EL REY. ¡Peor que en Rusia, porque aquí no hay Policía! Quisiera yo ahora comerme el corazón crudo y sin sal del que ha dado suelta a mi presa. ¡Vamos! Avisad a mi médico para que me sangre.


Los señores REYES se parten con el cortejo de sus palaciegos. Señor REY lleva la cara bermeja, como si acabase de abandonar los manteles. Señora REINA no cesa de hipar, haciendo bailar la corona. Se quedan a solas los tres PRÍNCIPES.

EL PRÍNCIPE POMPÓN. ¡Buen regalo me ha hecho mi padre! Un rocín con esparavanes que no resiste encima el peso de una mosca.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. ¡Pues a mí, con su manto sudado en cien fiestas reales!
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Yo estoy contento con mi espada.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. ¡Como que no tiene ni una mella!
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. Mal podía tenerla no habiendo salido de la vaina. ¿Quieres cambiármela por el manto?
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. No, hermano mío.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. ¿A mí, por el caballo?
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. No.
EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ. ¿Por el manto y un sayo nuevo?
EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Me la dio mi padre, y no la cambio por nada del mundo.
EL PRÍNCIPE POMPÓN. Tú no tienes derecho a ningún regalo del Rey. Cuando sepa que has dado libertad al duende te degollará con esa misma espada que ahora no quieres cambiarme por el caballo.


EL PRÍNCIPE POMPÓN arruga la frente y mira en torno con mirada torva. EL PRÍNCIPE AJONJOLÍ hace lo mismo. Los dos cambian una mirada a hurto de su hermano y se van. EL PRÍNCIPE VERDEMAR queda solo y suspira contemplando el azul.


EL PRÍNCIPE VERDEMAR. Mis hermanos me delatarán y mi padre se comerá mi corazón crudo y sin sal. Debí haber dejado que se llevasen la espada. Tendré que huir de este palacio donde he nacido. Sólo siento no poder besar las manos de mi madre y decirle adiós… ¡Y pedirle algunos doblones para el viaje!

  1. Advertir: Darse cuenta. Percibir
  2. Salir: Iniciar el juego, especialmente en juegos de cartas o de pelota
  3. Os vuelvo: Os devuelvo

...

abcdefghijklmnñopqrstuvwxyz

Persona que propugna la supresión del estado
QW5hcnF1aXN0YQ==
Conjunto de personas que forma el acompañamiento en una ceremonia
Q29ydGVqbw==
Dicho de un hijo: Primero en orden de nacimiento
UHJpbW9nw6luaXRv

Por favor active JavaScript para poder jugar a este juego.

  • Lee el texto primero acompañándote de la grabación y releelo más tarde abriendo los enlaces y buscando por ti mismo las palabras que no entiendas y que no aparezcan enlazadas. Diccionario
  • Repartid los papeles entre los amigos y volved a realizar la lectura de manera conjunta, hasta que estéis satisfechos con el resultado.
  • Aseguraos de que entendéis no solo las palabras sino también el sentido del texto, aunque tengáis que leerlo varias veces.
  • Grabaos interpretando la escena, procurando que vuestra lectura sea expresiva. . ¡No te olvides de guardarlo en tu portafolio!
  • Comprueba tu nivel de comprensión realizando el QuExt de la Escena I de la Farsa infantil de la cabeza del dragón

Selección de acepciones del diccionario: Actividad desplegable

Selecciona la acepción del DLE cuyo signficado es más adecuado al contexto

  1.  ¡Y, sin embargo, todas las gacetas ponderan sus discursos.
  2. Yo no puedo empeñarte otra.
  3. Las cigüeñas cambian de pata, para descansar antes de caer en el éxtasis musical.
  4. Os vuelvo3 vuestras promesas reales, que os servirán mejor que la pelota. ¡Son más huecas y más livianas!
  5. Avisad a mi médico para que me sangre
  6. Los señores REYES se parten con el cortejo de sus palaciegos
  7. Mal podía tenerla no habiendo salido de la vaina

Habilitar JavaScript

QuExt Farsa infantil de la cabeza del dragón. Escena I

Elija la respuesta correcta

{"asignatura":"","author":"","authorVideo":"","typeGame":"QuExt","endVideo":0,"idVideo":"","startVideo":0,"instructionsExe":"%3Cp%3EElija%20la%20respuesta%20correcta%3C/p%3E","instructions":"Elija la respuesta correcta ","showMinimize":false,"optionsRamdon":false,"answersRamdon":false,"showSolution":true,"timeShowSolution":3,"useLives":true,"numberLives":3,"itinerary":{"showClue":false,"clueGame":"","percentageClue":40,"showCodeAccess":false,"codeAccess":"","messageCodeAccess":""},"questionsGame":[{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cuál es el problema de la pelota con la que juegan los príncipes?","options":["Que tiene un diablo enredador dentro","Que está llena de aire","Que tiene un bote irregular","Que se ha vuelto loca"],"solution":2},{"type":0,"time":0,"numberOptions":2,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué opinan sobre el Primer Ministro en la corte según dice el Príncipe Ajonjolí?","options":["Que es un sabio","Que tiene la cabeza llena de humo y de aire","",""],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":3,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cree en brujas, trasgos, duendes y hechicerías el Príncipe Pompón?","options":["No, es el primogénito y el más materialista de todos","Sí, es el menos listo y se lo cree todo","Sí, es el más fantasioso de los hermanos",""],"solution":0,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué le ofrece el duende al Príncipe Pompón a cambio de abrirle la puerta del torreón?","options":["Una lámpara mágica","Felicidad en su reinado","Un anillo de los deseos","La más bella princesa del reino vecino"],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué condición ponen los príncipes Pompón y Ajonjolí al duende para abrirle la puerta?","options":["Que siempre tiene que estar dispuesto a satisfacer sus deseos","Que deje de cantar y no les interrumpa el juego","Que les ayude a convertirse en reyes","Que les devuelva la pelota"],"solution":3,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":3,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Por qué se ofende el príncipe Ajonjolí de que le pidan su palabra de hombre de bien?","options":["Porque se dice hombres de bien de la gente humilde, pero no de los poderosos","Porque quiere que se le rindan honores","Porque su sangre azul se volverá roja en ese caso",""],"solution":0,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"Tanto el Príncpe Pompón como el Príncipe Ajonjolí incumplen la palabra dada. ¿Qué crees que significa?","options":["Que como son todavía adolescentes, son muy mentirosos","Que no te puedes fiar de los políticos y de los poderosos","No significa nada, solo que no tienen la llave","Que quieren que el verdugo lo mate"],"solution":1,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué diferencia al Príncipe Verdemar de sus hermanos?","options":["Nada, los tres son igual de egoístas y de mentirosos","Nada, los tres son crueles y burlones","Es un hombre de palabra y más sensible que los otros","Que Verdemar es más ágil y astuto en el juego de pelota"],"solution":2,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Es agradecido el duende?","options":["No, sale huyendo tan rápido por el miedo al verdugo que no da las gracias","Sí, le ofrece un cofre lleno de tesoros","Está tan irritado por su prisión que no cree que tenga que ser agradecido","Sí, se ofrece a ayudar a Verdemar cuando lo necesite"],"solution":3,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Está dispuesto el Príncipe Verdemar a compartir las culpas con sus hermanos?","options":["Sí, todos estaban jugando a pelota y es justo que lo haga","No, porque quiere quedarse con el anillo el solo","Sí, porque tiene miedo de que su padre se coma su corazón crudo","No, porque es más honesto y asume él solo la lucha por la libertad"],"solution":3,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cuál es la gravísima afrenta que ha cometido el duende contra su majestad?","options":["Sacude las ramas mojadas de los árboles cuando pasa la Reina","Quiere implantar la República","Ha conspirado para matar al Rey","Toca el laúd burlonamente cuando el Rey va al aseo"],"solution":0,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Están contentos los príncipes con los regalos que han recibido?","options":["Sí, sobre todo el Príncipe Pompón con su caballo","No, el Príncipe Verdemar odia las armas y no quiere la espada","Sí, el que más el Príncipe Ajonjolí con su manto de armiño","Sí, el Príncipe Verdemar es un hijo agradecido y está contento"],"solution":3,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué problema tiene el manto de armiño para el Príncipe Ajonjolí?","options":["Que cree que está muy sudado","Que su padre lo llevaba a la guerra y él es pacifista","Que es joven y no se ve con un manto de viejo","Que es animalista y no quiere un manto de piel de animal"],"solution":0,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"El príncipe Ajonjolí dice que la espada del Rey no tiene una mella, porque nunca ha salido de la vaina. Eso significa que","options":["El rey es un cobarde que nunca ha luchado","Las espadas se mellan al salir de la vaina","El rey es un sucio y nunca ha mandado limpiar la espada","El príncipe Ajonjolí envidia a Verdemar"],"solution":0,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Están dispuestos los príncipes Pompón y Ajonjolí a proteger y encubrir a su hermano?","options":["Sí, porque se llevan muy bien y siempre están jugando juntos","Sí, porque tienen miedo de que su padre le arranque el corazón y se lo coma","No, porque en palacio siempre hay traiciones","No, porque lo marginan al tener envidia de sus buenas cualidades"],"solution":3,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":3,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Es consciente el Príncipe Verdemar de la posición de sus hermanos?","options":["No, tiene tan buen corazón que cree que todos son como él de bondadosos","No, cree que un caballo vale más que una espada","Sí, sabe que son acomodaticios y que lo traicionarán",""],"solution":2,"url":"undefined"},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cuál es la verdadera razón de que Verdemar tenga que abandonar el palacio?","options":["Que ha contravenido las leyes para defender la libertad","Que la Reina lo echa por haberle robado la llave","Que no ha querido cambiar la espada por ningún otro regalo","Que el Rey ha dado orden de que lo encarcelen en el mismo torreón que al duende"],"solution":0},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Qué diferencia a Verdemar de los otros príncipes?","options":["Su delicadeza y su sensibilidad","Su honestidad y su capacidad de asumir las culpas","Su amor por la libertad","Todas las anteriores"],"solution":3},{"type":0,"time":0,"numberOptions":4,"x":0,"y":0,"author":"","alt":"","soundVideo":1,"imageVideo":1,"iVideo":0,"fVideo":0,"eText":"","quextion":"¿Cuál es el tema principal del texto?","options":["La libertad del duende","La decadencia de los príncipes","La defensa de la libertad de los seres humanos","La envidia y la traición"],"solution":2}],"isScorm":0,"textButtonScorm":"Guardar la puntuación","repeatActivity":false,"title":"","msgs":{"msgReady":"¿Preparado?","msgStartGame":"Pulse aquí para empezar","msgSubmit":"Enviar","msgEnterCode":"Introduzca el código de acceso","msgErrorCode":"El código de acceso no es correcto","msgGameOver":"¡Fin de la partida!","msgClue":"¡Genial! La pista es:","msgNewGame":"Pulse aquí para empezar otra partida","msgYouHas":"Tiene %1 aciertos y %2 fallos","msgCodeAccess":"Código de acceso","msgPlayAgain":"Jugar otra vez","msgRequiredAccessKey":"Es necesario el código de acceso","msgInformationLooking":"¡Genial! La información que estaba buscando","msgPlayStart":"Pulse aquí para jugar","msgErrors":"Errores","msgHits":"Aciertos","msgScore":"Puntuación","msgMinimize":"Minimizar","msgMaximize":"Maximizar","msgTime":"Tiempo por pregunta","msgLive":"Vida","msgFullScreen":"Pantalla Completa","msgExitFullScreen":"Salir del modo pantalla completa","msgNumQuestions":"Número de preguntas","msgNoImage":"Pregunta sin imágenes","msgCool":"¡Bien!","msgLoseT":"Ha perdido 330 puntos","msgLoseLive":"Ha perdido una vida","msgLostLives":"¡Ha perdido todas sus vidas!","mgsAllQuestions":"¡Completadas las preguntas!","msgSuccesses":"¡Correcto! | ¡Excelente! | ¡Genial! | ¡Muy bien! | ¡Perfecto!","msgFailures":"¡No era eso! | ¡Incorrecto! | ¡No es correcto! | ¡Lo sentimos! | ¡Error!","msgNotNetwork":"A este juego sólo se puede jugar con conexión a internet.","msgEndGameScore":"Antes de guardar la puntuación comience la partida.","msgScoreScorm":"La puntuación no se puede guardar porque esta página no forma parte de un paquete SCORM.","msgQuestion":"Pregunta","msgAnswer":"Responder","msgOnlySaveScore":"¡Sólo puede guardar la puntuación una vez!","msgOnlySave":"Sólo puede guardar una vez","msgInformation":"Información","msgYouScore":"Su puntuación","msgAuthor":"Autor","msgOnlySaveAuto":"Su puntuación se guardará después de cada pregunta. Sólo puede jugar una vez.","msgSaveAuto":"Su puntuación se guardará automáticamente después de cada pregunta.","msgSeveralScore":"Puede guardar la puntuación tantas veces como quiera","msgYouLastScore":"La última puntuación guardada es","msgActityComply":"Ya ha realizado esta actividad.","msgPlaySeveralTimes":"Puede realizar esta actividad cuantas veces quiera","msgTryAgain":"Necesita al menos un %s% de respuestas correctas para conseguir la información. Vuelva a intentarlo.","msgVideoIntro":"Vídeo de introducción","msgClose":"Cerrar","msgOption":"Opción","msgRickText":"Texto enriquecido","msgUseFulInformation":"e información que será muy útil","msgLoading":"Cargando. Espere, por favor...","mgsPoints":"puntos"}}
0123456789101112131415161718

Reflexión sobre la Escena I de la Farsa infantil de la cabeza del dragón

¿Crees que La farsa infantil de la cabeza del dragón es un libro para niños o, como decía Juan Ramón, es una obra literaria que también pueden disfrutar los niños?

¿Qué diferencias establecerías entre las lecturas para niños y la literatura que también pueden leer los niños?

¿Te has encontrado alguna vez con obras destinadas al público infantil que tratan como tontos a los niños?

¿Te has sentido alguna vez mayor leyendo obras en las que se plantean temas importantes, profundos, relacionados con el sentido de la vida?

La política no es un tema frecuente en la literatura infantil, sin embargo, en esta escena que acabamos de leer se hace referencia a cuestiones políticas ¿sabrías identificarlas?

La literatura para niños no suele buscar hacerlos crecer intelectual y humanamente, puesto que tiene como objetivo distraerlos o entretenerlos, la literatura que pueden leer los niños plantea dudas, interrogantes, preguntas sin respuesta para que los niños busquen su propia manera de responder a ellas. ¿Qué preguntas te has hecho a ti mismo a partir de la lectura de esta Escena I? ¿Son preguntas que te haces habitualmente o la lectura te ha llevado a inquirir sobre nuevos temas? ¿Cuáles te han llamado más la atención?

Actividad de actualización

Selecciona a tu gusto alguna de las siguientes actividades para luego incluirlas en tu portafolio.

Conócete a ti mismo

  1. Autoanálisis: Piensa con cuál de los tres príncipes que aparecen en escena te identificas más: cuando jugáis a fútbol, ¿eres el que nunca va a por la pelota cuando sale fuera? ¿el que siempre quiere ser el primero en sacar y en poner el balón en juego? ¿eres el que chupa balón aunque no tengas posibilidades? ¿el cínico y despectivo? ¿el fullero? o ¿el colaborador, el generoso con el equipo y con los compañeros, el que sabe perder y ganar, el que no hace trampas? Después escoge una de las siguientes opciones.
    1. Escribe una página de tu diario analizando el último partido que jugaste (en el patio, con los amigos, con tu equipo) y mostrando también las actitudes de otros compañeros de juego que sean comparables con cualquiera de los tres Príncipes. ¡No te olvides incluir una foto del partido!
    2. Página de diario 2. Escribe la página de tu diario relativa al día en que fuiste sincero. pese a las dificultades y malas consecuencias que te iba a acarrear tu sinceridad (en el colegio, en casa, en el club deportivo). Habla de cómo te sentiste después.
    3. Página de diario 3. Escribe la página de tu diario relativa al día en que debiste haber sido sincero, pero el miedo a las consecuencias te impidió serlo. Habla de cómo te sentiste después.

Conoce tu entorno:

  1. Imagina que eres periodista  que has estado asistiendo a la escena anterior sin ser visto. Escribe el  artículo qué más te interese:
    1. Realiza  un audio con  la crónica de análisis del partido, tipo Pedrerol, o Maldini, según tu estilo,  incidiendo en las actuaciones de los jugadores, que estén relacionadas también con las actitudes que simbolizan los tres príncipes
    2. Artículo  para la sección de sociedad acerca del comportamiento y las relaciones entre los jóvenes príncipes del reino, a partir de lo que has visto.
    3. Artículo político acerca de las acusaciones de incapacidad del Primer Ministro en relación a la política económica del reino.
  2. Tanto el príncipe Pompón como el príncipe Ajonjolí no son fieles a la palabra dada. Sí lo es el príncipe Verdemar. Elige la actividad que más te interese:
    1. Escribe un ensayo en defensa de la libertad y de la importancia de ser fiel a la palabra y de cómo no puede haber libertad, si no hay respeto a la palabra dada. Si lo prefieres, en vez de un ensayo, puede ser también un discurso, en cuyo caso, debes grabar un audio para incluirlo en tu portafolio.
    2. Escribe una carta al rey en defensa del comportamiento de su hijo el príncipe Verdemar y solicitando el perdón para él y que no se le imponga ningún castigo.
    3. Infografía. Vemos en el texto que los que mandan, no siempre son los mejor preparados. Con frecuencia, pasa lo mismo en las elecciones de delegados de clase. Haz un esquema visual  DAFO con las fortalezas y debilidades de los compañeros que suelen salir escogidos delegados de clase.
  3. Cuento. Imagina qué le va a suceder al Príncipe Verdemar a partir de ahora y escribe un cuento narrando esos sucesos

Antónimos en la Farsa infantil de la cabeza del dragón: actividad desplegable

Selecciona el antónimo de la palabra precedente

  1. ¡Y, sin embargo, todas las gacetas ponderan sus discursos!
  2. Bajo las cejas, grandes y foscas, guiña los ojos con mucha picardía.
  3. Ábreme la puerta de mi cárcel, primogénito del Rey,
  4. Nadie es tan insolente que lo diga de un Príncipe.
  5. ¡Son más huecas y más livianas!
  6. Y en memoria de este día, tan fausto en mi reinado, mandare grabar una medalla.
  7. Señor, la puerta esta franca.
  8. EL PRÍNCIPE POMPÓN arruga la frente y mira en torno con mirada torva

Habilitar JavaScript

Sinónimos en la Escena I de la Farsa infantil de la cabeza del dragón: Actividad desplegable

Selecciona el sinónimo adecuado de la palabra antecedente

  1. ¡Y, sin embargo, todas las gacetas ponderan sus discursos!
  2. Bajo las cejas, grandes y foscas, guiña los ojos con mucha picardía.
  3. Ábreme la puerta de mi cárcel, primogénito del Rey,
  4. Nadie es tan insolente que lo diga de un Príncipe.
  5. ¡Son más huecas y más livianas!
  6. Y en memoria de este día, tan fausto en mi reinado, mandare grabar una medalla.
  7. Señor, la puerta esta franca.
  8. EL PRÍNCIPE POMPÓN arruga la frente y mira en torno con mirada torva

Habilitar JavaScript